Proyecto Kilela Balanda (República Democrática del Congo)

Este año nuestro proyecto, es la ejecución y puesta en marcha del Hospital de Kilela Balanda en la República Democrática del Congo, para ello necesitamos tu ayuda, únete a nosotros en esta iniciativa y haz feliz a unas personas que te necesitan. ¡Sé Solidario! Llámanos al teléfono +34987400466 o envíanos un e-mail a: bierzoayuda@movistar.es

miércoles, 3 de octubre de 2012

5ª Entrega del viaje de Tino



Lunes 24
La tormenta ha sido  fuerte, muy larga y extensa.Tronaba en dirección a Shamalenge, a Kikuyo y también por el valle del Mikonkwa abajo. Empezó a rugir al mediodía y al anochecer no había terminado. Estuve largo tiempo sentado en la veranda oyendo, mirando y asustándome de algunos tronidos. Comenzaremos ya la estación de lluvias? Espero que no porque tenemos que salir de aquí antes de que la carretera se vuelva impracticable. Probablemente esta tormenta tan fuerte estabilice la atmósfera para varios días.

Hoy han venido de la Inspección médica de Likasi para el programa de seguimiento de la lepra y la tuberculosis. La lepra apenas si tiene incidencia en esta zona pero la tuberculosis está omnipresente.  

Durante la tarde hemos abordado el tema de los internados con los maestros y directores. Es necesario recomenzar todo casi como en 1965 cuando se abrieron por primera vez. El de los chicos lleva 18 años cerrado. A pesar de las dificultades existentes estamos asistiendo a un renacer de todo en el Congo. Han pasado los tristes y negros años comprendidos entre 1992 y 2005. Diecisiete largos años de decadencia y muerte que terminaron con la partición temporal del país dejándolo exhausto: “hace muchos años que estamos muertos” decía ayer Paulin.  

Martes 25
Hoy ha sido un día tranquilo sin nubes en el cielo. El atardecer tiene toda la dulzura del trópico. No hay viento, no hace calor y es una delicia terminar la tarde debajo del chorro de agua fría de la ducha.

He salido para la veranda con el ordenador sobre las rodillas para escuchar el canto del kisala makena en el mango. Mantiene una conversación interminable con un coleguita perdido en otro árbol. Les hace coro un kitambwe que nunca se calla.
La media luna ya alumbra el atardecer. Mientras dure se oirán los cantos de los niños en la calidez de la noche. En los meses de Mayo a Julio las lunas van marcando las diferentes fiestas de los kisungus, las bwengas y los mitandas: la edad adulta de las niñas con la primera regla, las bodas o el fin de los duelos, varios meses después del fallecimiento de los más cercanos. Eso ahora ya ha terminado porque la gente está en los campos preparando la tierra y sembrando el primer maíz.

La nueva cisterna del hospital  de 5000 litros, y la que ya abastece a la casa, están colocadas y operativas desde esta mañana. 

Hoy nos reunimos con todos los maestros para planificar la formación continuada de este curso; todo ello a la espera de una respuesta positiva al proyecto presentado en la Diputación de León. Tal como están las cosas  no será fácil obtener la financiación. Una vez más es necesario apelar a los sueños  para seguir haciendo realidad muchas cosas. Hasta ahora la suerte nos acompaña y cada año podemos decir que hemos ido realizando algo de lo soñado  el anterior. Todo ello es posible gracias al esfuerzo y a la generosidad de tantos que colaboráis en estos proyectos, bien sea a través de Caritas o de Bierzo Ayuda. Otros lo hacéis al margen de los dos. Los Kaonde os recuerdan porque saben de vuestra ayuda.



Miércoles 26 de septiembre
Un viento suave ha soplado durante la noche. Tras él llegó una larga y finísima lluvia.  Realmente el ambiente es el de la estación de lluvias. El cielo está cubierto y se nota la pesadez de la humedad.

Estamos terminando el mes de septiembre  y las escuelas, abiertas oficialmente desde el día 3, están  todavía casi vacías. Aquí se debe a esa fiebre que les lleva a dejar los poblados en masa para preparar la tierra en este mes. La familia completa se instala en los campos a varios Km del pueblo lo que impide la asistencia diaria a las clases, pero la razón principal es que no hay dinero para inscribir a todos los hijos y lo van haciendo paulatinamente. Hay familias que tienen 5 hijos en la escuela y hay que pagar por todos. En las ciudades, donde la gente no emigra a los campos, ocurre lo mismo por la misma razón. La economía de la gente es de supervivencia total, a pesar de los progresos visibles en Lubumbashi y Likasi.
Siempre está la cara positiva de las cosas: en  Kilela el año pasado se llegó a una matriculación de 1019  niñas/os en la escuela primaria y 283 en la secundaria. Todo un record cuando se piensa que hace seis años apenas si llegaba a 300.

Si se pasea por el pueblo siempre se encuentran unos cuantos niños y niñas. Cuando se les pregunta, si van a la escuela todos afirman ir, aunque no sea verdad, porque les da vergüenza. Tanto la no asistencia a la escuela como el analfabetismo, todas sus víctimas lo viven como una humillación. Es la humillación sentida por tantas personas excluidas de los servicios básicos.  

Son los frutos de las recetas del FMI y el Banco Mundial para arreglar las crisis permanentes de África desde su independencia. Planes de ajuste unos tras otros; recortes y más recortes  en los servicios básicos con el objetivo de volver a crecer; la gran  patraña de siempre. Todos esos planes sólo han supuesto   más miseria, más dependencia del exterior, más hambre y más analfabetos Se pregunta uno cómo es posible que   sigan queriendo aplicar unas recetas que siempre han fracasado, pero nos lo repiten tanto que nos lo acabaremos creyendo.   

Mejor os termino diciendo que  las crepes de esta mañana han mejorado a  las que preparé ayer para el desayuno. La experiencia también ayuda a manejar una  vieja y gran sartén de hierro sobre un fuego de carbón vegetal.  El pan duro que queda ya no es suficiente para estos días.  

     
29 de septiembre
Hoy es el día de S. Miguel. El patrón de Kilela Balanda. Mission Saint Michel de Kilela Balanda  es el nombre completo en el anuario de la diócesis de Lubumbashi. Quizás no sea un azar el hecho de que la parroquia de S. Miguel de las Dueñas esté comprometida con el internado de las niñas de Kilela, que también se está rehabilitando parcialmente junto el de los chicos.
Ahora ya estoy en Lubumbashi desde el mediodía. Salimos de Kilela a las 3,45 de la mañana. Cuando pasamos por Kamikolo todavía había estrellas en el cielo. Amanecía ya pasado Kitemena y a las 7 estábamos en Likasi. Con las  esporádicas pero fuertes lluvias de estos 15 días ha cambiado el paisaje  profundamente. La hierba ya brota por todas partes y el verde domina también debajo de los árboles, en su mayoría de hoja perenne. El camino estaba seco y ya no tiene apenas polvo, que se va convirtiendo en barro en algunos lugares.
Ayer hubo mucho calor y estalló una gran tormenta en dirección hacia el Lualaba. Nos inquietaba el estado del camino para hoy. Asusta ver los roderones surgidos al paso de los camiones después de las primeras lluvias. Fue un día de despedidas, entrega de informes, papeles para justificar los proyectos en curso, agradecimientos y preguntas de cuando vamos a volver.
En Likasi estuvimos visitando los centros de los niños de la calle pero estaban todos en la escuela. Los sábados son días lectivos hasta el mediodía.
A las doce nos sumergimos  en la polución de Lubumbashi. Ver la ciudad desde la zona del aeropuerto, cubierta de una capa de polvo, humo de las fundiciones y la canícula propia de este cambio de estación, asusta tanto como los roderones de la carretera de Kilela. Ya dentro de la ciudad sorprende de nuevo el violeta de las enormes jacarandas  y el rojo de los   flamboyanes  ( ¿flamígeros?) en flor. Al salir de misa en la catedral a las 7 de la tarde, ya era de noche  y la luna llena naciente palidecía detrás de esa  especie de bruma que nos envuelve. En esta época el aire apenas se mueve en Lubumbashi y uno se acuerda del viento de Kilela… y de muchas cosas más…   

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