Proyecto Kilela Balanda (República Democrática del Congo)

Este año nuestro proyecto, es la ejecución y puesta en marcha del Hospital de Kilela Balanda en la República Democrática del Congo, para ello necesitamos tu ayuda, únete a nosotros en esta iniciativa y haz feliz a unas personas que te necesitan. ¡Sé Solidario! Llámanos al teléfono +34987400466 o envíanos un e-mail a: bierzoayuda@movistar.es

jueves, 16 de marzo de 2017

La malnutrición en la vida de los Kaonde

Los Kaonde son un pueblo de 300.000 personas que viven en Zambia y en el Congo, ocupando las cabeceras de dos grandes ríos de África, el Zambeze en Zambia y el Congo en la RDCongo.
La caza fue su medio de subsistencia durante siglos, pero en un espacio de tiempo muy reducido (1960- 1.975) la práctica totalidad de los animales han desaparecido.

                                                         


Entre las muchas consecuencias de
su exterminio destaca la falta de proteínas en su alimentación.



En la zona de Kilela abundan las cabeceras de múltiples riachuelos, todos ellos tributarios del gran río Congo, en los que la pesca apenas existe dado el exiguo caudal de todo ellos. Hay que ir a 80 km,   río Congo abajo, para verlo convertido en  un cauce de abundante agua donde viven   hipopótamos y cocodrilos.
Acabada la caza y dada la escasez de pescado las proteínas animales han desaparecido de la dieta de la población.

Falta de medios



Las técnicas agrícolas son rudimentarias. Escasean las buenas semillas, y los abonos minerales no están a su alcance por su alto precio (20 euros el saco de 30 kg de media en  España y 58 Euros en el Congo). La rentabilidad de una Ha de cultivo de maíz es 10 veces más baja.

                                                         
Los lugares para la conservación
de los alimentos son muy
deficientes.

Los graneros son de palos, barro 
y paja, fácilmente atacables por
los roedores e insectos.




Los períodos de carestía


En Kilela se siembra en noviembre y se recoge en mayo. La cosecha no cubre las necesidades alimenticias anuales de las familias. Algunas veces la enfermedad obliga a vender alimentos que luego harán falta.



Los meses de diciembre y enero son especialmente difíciles por la escasez de alimentos, que coincide con la época de los trabajos más duros en el campo.   A finales de enero ya disponen de maíz fresco que ha sido sembrado antes de las lluvias en pequeños huertos al lado de los riachuelos. Lo suelen comer asado o cocido acompañado de orugas, termitas o pequeños roedores tan abundantes en la sabana arbolada.



Las caras de la malnutrición

Mujeres embarazadas.

La desnutrición afecta a los Kaonde a partir del vientre de sus jóvenes madres, muchas veces embarazadas y al mismo tiempo amamantando al niño o niña más pequeña. Se repetirá a lo largo de varios años, hasta criar 7-8 hijos de media. 



Además se ocupará de todos los trabajos domésticos y cultivará la tierra... ... siempre escasamente alimentada.

Los menores de cinco años
Los niños viven una etapa crítica después de ser destetados, al pasar a una alimentación carente de cualquier producto lácteo. Vivirán en peligro de contraer cualquier afección banal en sí misma pero fatal para ellos al carecer de la fortaleza necesaria para superarla.

                                     Han superado el período crítico

El cansancio de la escuela
A las siete de la mañana comienza el primer turno de clases hasta las 13h. Ninguno de los 1.200 alumnos de las escuelas de Kilela Balanda (6-16 años) ha tomado un desayuno.



Ese concepto ni existe en sus cabezas. Hacia las 11 de la mañana sus caras reflejan  el lamento de sus estómagos; y un día tras otro hay que esperar la tarde para poder calmarlo con la única comida diaria. Rara vez un niño dirá que tiene hambre. Sabe muy bien que hay que esperar la comida de la familia de cada día.

El ciclista de la escasez
En las horas tempranas, cuando rompe el día, empiezan a pasar algunos hombres en bicicletas destartaladas, sin guardabarros ni frenos, con cubiertas neumáticas desgastadas o con agujeros reparados con un trozo de otra cubierta colocado   en el interior. Cargan fácilmente 80 kg de varios productos: maíz, alubias, patatas para ir a venderlos a Likasi (90 km). Otros viajan transportando pollos vivos o cabras.



El precio máximo de sus productos en la ciudad no pasará de 60€ con los que comprará un poco de aceite, pescado salado, alguna pieza para su bicicleta y poco más. El viaje de ida y vuelta será de tres días como mínimo. En algunos tramos de la pista el desnivel es tan fuerte que deben ayudarse unos a otros a empujar sus bicicletas.
En Kilela los escasos comerciantes que llegan de la ciudad le habrían pagado sólo 20€ y le habrían vendido lo que ha comprado al doble se du precio.



Bierzo Ayuda

En este contexto Bierzo Ayuda se ha implicado todavía un poco más en su compromiso con el  hospital de Kilela Balanda incrementando su colaboración con el hospital en 300  Euros más, mensualmente, destinados a la alimentación de los enfermos.

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