Como en años anteriores, os quiero presentar el diario que desde la lejanía nos envía Tino, en su nuevo peregrinaje por tierras congoleñas.
Os invito a que dediquéis un ratito de vuestro tiempo libre para que leáis este diario con la mayor atención posible.
Un cariñoso saludo,
Loly Rodríguez
Presidenta de Bierzo Ayuda
28 de Abril
Una vez más estoy en
Lubumbashi. Aunque solo son las seis y cuarto de la tarde ya está anocheciendo.
Me he instalado en el largo balcón de la Procura al que dan las habitaciones – Esta vez
estoy en piso alto y enfrente se dibuja ya casi en la oscuridad la silueta de
la catedral con las palmeras que la rodean.
El viaje ha sido muy
bueno y se han cumplido todas las previsiones de horarios. Desde aquí , GRACIAS
a Encarna y Ventura que me llevaron hasta Barajas con mis dos
maletas que, como siempre venían que estallaban. Gracias a ellos fue posible
traerlas conmigo.
Ya en Addis Abeba
encontré, en la kilométrica fila de embarque, a Xavier que volvía de sus
vacaciones en Bilbao. Su encuentro me permitió quedarme con él en vez de ir
hasta el final de aquella interminable fila. Jamás había visto tanta gente y
tantos chinos, listos a desperdigarse por toda África en los múltiples vuelos
que desde Addis Abeba cubren todos los países del África negra.
El vuelo hasta Lubumbashi
fue excepcional con muy pocas nubes. El avión vuela sobre los
grandes lagos y el paisaje, a pesar de la altura es muy bonito. Desde el cielo
se puede ver la capa de finas algas sobre las orillas el lago Victoria.
Es una larga y preocupante historia, una más en nuestro empeño en destruir el
medio ambiente. Se puede resumir diciendo que ese pescado que llaman perca del
Nilo y que se vende en todas las pescaderías de Europa, fue introducido en el
lago para su explotación. El resultado es que se esta comiendo a todos los
pequeños peces autóctonos que se alimentaban de esas diminutas algas que ahora
nadie come y están colonizando el lago privándole del oxígeno necesario y
provocando la desaparición de todas las especies.
He llegado muy cansado
pero sentir al el pequeño soplo del viento en el corto tramo a caminar entre el
avión y la terminal parece que reaviva el ánimo y por arte de magia se sumerge
uno en este abigarrado mundo de estampas, olores y colores.
Hace un rato estuve en la
misa vespertina en la catedral. Este año se cumplen 50 años de mi primera
llegada al Congo como misionero. Es un motivo para agradecerle a Dios todo lo
vivido desde entonces Y pedir fuerza para continuar el trabajo mientras sea
posible.
Laurent, el médico del
BDOM ya ha venido a verme y hemos planificado para irnos el miércoles al
amanecer. Ya me trajo las facturas de todo lo que se ha comprado con la
subvención que nos concedió este año nuestro Ayuntamiento de Ponferrada.
También han llegado Mamen y Mabel, de Manos Unidas, con las que iremos a Kilela
para evaluar lo realizado y proponer nuevos caminos de colaboración.
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